Desde hace 14 años podemos disfrutar cada Navidad de una obra de arte que Ángel Vidal Sevil nos regala puntualmente al comenzar diciembre y hasta el día de Reyes. La Bodega del Canal es el lugar idóneo en el que este experimentado belenista recrea cada año un nacimiento acompañado de representaciones a escala de lugares que tienen mucha historia para el municipio y que traen a la memoria edificios emblemáticos ya desaparecidos junto con otros que todavía podemos observar al recorrer nuestras calles.
A lo largo de estos años hemos visto la Azucarera, el palacio de los Blancas situado en la plaza de España, el lavadero, la casa de Zaldívar, las Gradas, la iglesia, el puente de Hierro sobre el río Ebro o el del Canal Imperial. Todo ello mezclado con otras construcciones propias de un belén clásico. Este año es la Aljafería, junto con el puente y la fuente del Canal lo que ha representado Ángel, también observamos una antigua construcción que estaba situada donde hoy se encuentra la pasarela y que tenía por objeto elevar el agua desde el Canal Imperial hasta la Azucarera.


Encontramos la huella de la antigua profesión de Ángel, electricista, en la gran cantidad de mecanismos que consiguen un belén muy dinámico. Son multitud de efectos los que podemos encontrar si nos detenemos a observar con detalle esta obra: la sucesión del día y la noche, el desplazamiento de algunas figuras, el efecto del viento sobre la ropa tendida o la simulación de agua hirviendo en pucheros hacen las delicias de niños y mayores. Todo ello acompañado del sonido del agua en movimiento o del canto de los pájaros al amanecer.
Pero sin dejar de admirar este conjunto, hoy queremos traer a esta web una noticia encontrada en un libro de crónicas que otro gallurano, amante de su pueblo, nos dejó para conservar retazos de la historia de nuestro pueblo. Don Gregorio Larroy García comenzó el 1 de enero de 1900 a anotar todas aquellas noticias que él consideraba relevantes. Así, encontramos reflejadas anécdotas curiosas con acontecimientos que han sido fundamentales para la historia de Gallur. La construcción del puente sobre el río Ebro, la inauguración del ferrocarril de Cinco Villas Sádaba-Gallur, la llegada de la luz eléctrica o grandes nevadas y avenidas del río se mezclan con el fallecimiento de personas de la localidad, el resultado de unas elecciones o la visita de un arzobispo. De entre todas estas joyas que nos dejó Don Gregorio esta vez queremos compartir un recuerdo muy entrañable que nos habla de la primera vez que Ángel expuso al público en la casa donde nació un hermosísimo belén. Ya sabemos que esta tradición la heredó de su padre y que muchas de las figuras proceden del nacimiento que, como muchas familias de Gallur, este colocaba cada año en su casa. Sin embargo, el hecho de que fuera noticia para aparecer en el libro de memorias de Don Gregorio, nos hace pensar que el joven Ángel de 18 años ya apuntaba maneras y ahí encontramos el origen de la obra que cada año nos presenta.
Os dejamos la noticia recogida en el diario de Don Gregorio Larroy García
Nuestro más profundo agradecimiento a Juan Zaldívar y Rosa Sierra por facilitarnos el acceso a este libro y por custodiarlo con tanto mimo.
Carmina Gascón Tovar
Colaboradora del Centro de Estudios Galluranos y responsable del Aula de Educación de Adultos de Gallur.