Hace tiempo que hablamos sobre una leyenda fantasmagórica que tuvo lugar en nuestro pueblo. Pero nuestra tierra está salpicada de muchos más arcanos misterios e historias truculentas. Y es que Gallur es tierra de leyendas y por eso hoy toca hablar del tesoro de la reina mora.
Cuando el Califato de Córdoba en el siglo XI se descompuso en multitud de reinos taifas, muy débiles, que guerreaban continuamente entre sí y que eran sometidos a parias –pactos de no agresión a cambio de dinero- por los reinos cristianos del norte; parece ser que había un pequeño reino taifa en Gallur al frente de unas siete poblaciones de los alrededores, gobernado por una mujer -una excepcionalidad en la época-, cuyo nombre se desconoce.
Este pequeño reino estaba amenazado por los cercanos reinos cristianos y por la taifa de Saraqusta, de un tamaño mucho mayor.
En uno de los ataques cristianos, la localidad fue sorprendida por el sur y el este, ya que el norte era infranqueable gracias a la defensa natural que brindaba el río y las canteras. Se cuenta que ante esta situación, la reina mora huyó por un pasadizo, llamado el Caño del Moro, de casi un kilómetro de longitud que conectaba el pueblo con el río a través de las canteras.
En este angustioso tránsito fue acompañada por sus sirvientes que llevaban consigo armas con las que defender a su reina, un cuantioso tesoro y enseres domésticos que salvaguardar de los sitiadores. Se desconoce el motivo por el que no llegaron a la salida del túnel. Unos apuntan a que fueron devorados por unas alimañas, otros a que se suicidaron y algunos a que fueron sepultados por un derrumbe.
Sea como fuere, durante siglos las gentes del lugar se han adentrado en el caño con la intención de encontrar un valioso tesoro y no se tiene noticia de que nadie haya encontrado o bien los restos de aquellos desdichados, o bien el susodicho tesoro.
Santiago Navascués Alcay.
Lcdo. en Historia por la Univ. de Zaragoza.
CESGALLUR 