LA PROCLAMACIÓN DE LA PRIMERA REPÚBLICA ESPAÑOLA

El 11 de febrero de 1873 el rey Amadeo de Saboya abdicó del trono y a las pocas horas fue proclamada la Primera República española. En 2023 se cumple uno de esos aniversarios redondos, pues justo hace 150 años se produjo uno de esos días bastante movidos en la historia de un país. Y es que literalmente, España se levantó ese 11 de febrero siendo una monarquía y se acostó siendo por primera vez en su historia una república. Algo que prácticamente nadie esperaba en ese momento, ni siquiera los propios republicanos, y esto nos lo muestra el famoso discurso que dio Emilio Castelar en el momento de la proclamación: “Señores, con Fernando VII murió la monarquía tradicional; con la fuga de Isabel II, la monarquía parlamentaria; con la renuncia de don Amadeo de Saboya, la monarquía democrática; nadie ha acabado con ella, ha muerto por sí misma; nadie trae la República, la traen todas las circunstancias, la trae una conjuración de la sociedad, de la naturaleza y de la Historia. Señores, saludémosla como el sol que se levanta por su propia fuerza en el cielo de nuestra Patria”. Desde luego, hay que reconocer que ya no se hacen discursos como aquellos.

Pero si nadie esperaba en ese momento que se proclamara la república, ¿cómo se llegó entonces a ella? Para explicarlo nos tenemos que ir unos años atrás. A mediados de la década de 1865 una amplia oposición política al régimen y reinado de Isabel II de Borbón se unió para derrocar a la reina mediante un golpe de Estado, cosa que se consiguió con éxito entre mediados de septiembre y principios del mes de octubre de 1868. Fue la llamada Revolución Gloriosa que abrió un periodo conocido como el Sexenio Democrático o Revolucionario (1868-1874). Pero tras conseguir el objetivo común, esa oposición en la que había monárquicos demócratas, republicanos, etc., se disgregó. En 1869 se celebraron elecciones constituyentes con sufragio masculino universal para ver qué tipo de Estado se quería instaurar, ganando con más de 200 diputados las diferentes opciones monárquicas mientras que las republicanas no llegaron a los 100 representantes.

Comenzó entonces un arduo proceso liderado por el general Juan Prim para buscar a alguien de entre las diferentes familias reales europeas que aceptara el trono español, siendo el italiano Amadeo de Saboya, hijo del rey Víctor Manuel II de la recientemente unificada Italia, el único que aceptó.

Pero justo antes de que Amadeo llegara a España, su apoyo más firme, Juan Prim, fue asesinado en un atentado. Comenzó así con mal pie un reinado de poco más de dos años en los que al italiano, a quien los españoles apodaron con sorna como “Macarronini I”, le faltaron apoyos por todas partes. Apenas tenía apoyo entre la aristocracia, era recibido con frialdad por el pueblo y ni el gobierno se tomaba muy en consideración las opiniones del rey ante los muchos problemas que afrontaba el país, que incluía una guerra en Cuba y el inicio de la Tercera Guerra Carlista. Harto de la situación, la mañana del 11 de febrero de 1873 Amadeo abdicó de sus derechos al trono tanto en su propia persona como en la de sus descendientes. La pregunta en ese momento fue, y ahora, ¿qué?

Nadie quería volver a pasar por una nueva regencia y la búsqueda de otro monarca por las cortes europeas, mientras que los ánimos estaban cada vez más exacerbados pues mucha gente pensaba que los principios de la Revolución Gloriosa habían caído en saco roto y que no se habían realizado los avances suficientes. Esa mañana de febrero fue frenética, con una reunión de las dos cámaras representativas (Congreso y Senado), que se unieron en Asamblea Nacional mientras una multitud reclamaba fuera del edificio del Congreso la proclamación de la República. Así, hacia las tres de la tarde se produjo una votación en la que se eligió como nueva forma de Estado la República con 258 votos a favor y 32 en contra. De forma inmediata se hizo la proclamación, comenzando once meses frenéticos, con multitud de frentes, grandes expectativas que se rompieron muy pronto y con hasta cuatro presidentes de gobierno diferentes.

LA PROCLAMACIÓN EN GALLUR

¿Y cómo fue la acogida de esta primera experiencia republicana en Aragón y en Gallur? Lo cierto es que el republicanismo se había afianzando fuertemente en las tres capitales de provincia aragonesas. En Huesca y Teruel desde al menos la década de 1840, y en Zaragoza desde un poco más tarde. En las elecciones celebradas en 1869 tras el triunfo de la revolución, en las tres ciudades ganó la opción republicana, estableciéndose ayuntamientos de ese corte. En el medio rural la cosa era diferente, especialmente por el control del voto que había por parte de los grandes propietarios de tierras, creando ese sistema de poderes e influencia que llamamos «caciquismo». Mientras que en el Maestrazgo turolense se apoyaba abiertamente al bando carlista, al igual que se había hecho durante la Primera Guerra Carlista entre 1833 y 1840.

En el caso de Gallur, una vez más la prensa regional recoge las reacciones a los acontecimientos que se estaban dando aquellos días en España. Sin embargo, a pesar de que la República fue proclamada el mismo 11 de febrero tras la abdicación de esa mañana del rey Amadeo, parece que el Ayuntamiento gallurano no hizo la proclamación oficial hasta el mes de mayo, o al menos así parece que ocurrió según la prensa. Y es que no aparece en la misma ninguna referencia hasta principios del mes de mayo. Es de hecho el 7 de mayo cuando el diario zaragozano «La República» recoge las reacciones por parte de los galluranos a dicha proclamación. En el recorte de prensa, se dice que Pedro Yoldi, presidente del comité republicano de Gallur, les contaba que la proclamación oficial de la República en esta localidad había sido un éxito. Parece que se realizó una fiesta oficial a la que fueron invitadas las «fuerzas vivas» del pueblo, pero en la que no quisieron participar «el juez municipal suplente ni el clero […] a pesar de haber sido invitados».

Diario «La República» del 7 de mayo de 1873

También comenta que acto seguido se llevó a cabo un recorrido ceremonial de las calles de Gallur, engalanadas para la ocasión y siendo aclamados por la mayor parte de sus habitantes desde los balcones y ventanas. Probablamente no fue tan mayoritario el entusiasmo de la población, pues al fin y al cabo estamos hablando de un diario que estaba a favor del régimen republicano y el mismo testimonio lo había dado el presidente del comité republicano gallurano. Pero sin duda debió ser un acto digno de presenciar. Tampoco es extraño que el Ayuntamiento de Gallur tardara varios meses en proclamar de forma oficial la República. De hecho, la propia Zaragoza también lo hizo ese mes de mayo, pues quiso organizar numerosos actos festivos como desfiles, concursos de poesía, salvas de honor con cañones cerca de la Puerta del Carmen, y otras muchas actividades.

Por otro lado, hay que recordar que la Tercera Guerra Carlista (1872-1876) había estallado el año anterior, y que uno de sus núcleos principales era buena parte de Navarra. Dada la cercanía con la frontera y a la recurrente aparición de partidas carlistas por el valle del Ebro, no tardaron en formarse en muchas localidades cuerpos de «voluntarios de la República» a modo de milicias. Gallur no fue diferente, en el mismo diario «La República» en su edición del 9 de mayo de 1873 hablan sobre la llegada a la localidad de 400 fusiles y municiones para armarles.

Diario «La República del 9 de mayo de 1873

Así pues, vemos cómo empezó esa primera experiencia republicana que apenas duró once meses, que suscitó no pocas esperanzas, pero que ante la imposibilidad de hacer grandes reformas de calado en poco tiempo terminó por que la sociedad se desencantara rápidamente y que la República no tuviera apoyos suficientes como para mantenerse. El 2 de enero de 1874, el general Pavía dio un golpe de Estado entrando en el Congreso de los Diputados de Madrid poniendo fin al parlamentarismo democrático de una República que pasó el resto de su existencia como una dictadura hasta el regreso de la monarquía Borbónica a finales de ese año en la figura de Alfonso XII.

Sergio Martínez Gil

Lcdo. en Historia por la Univ. de Zaragoza


BIBLIOGRAFÍA

  • BERDIÉ BUENO, Isidoro; «Aragón durante la Primera República (1873)»; Edit. Mira Editores, 1991, Zaragoza.

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