La XXVIII Semana Cultural organizada por el Ayuntamiento de Gallur ha estado dedicada a Miguel Hipólito de Val y Jiménez en el centenario de su muerte. La biografía de este ilustre gallurano, nacido en Morata de Jalón, era poco conocida hasta hace unos días. Tan solo el nombre de una calle, el topónimo de los terrenos del monte -la Dehesa de Val- y una lápida en la capilla del Sagrado Corazón de la parroquia nos recordaban el paso de Hipólito por Gallur en la segunda mitad del siglo XIX y principios del XX. Sin embargo, su historia está íntimamente unida a la historia de nuestro municipio en una época de importantes cambios de los cuales Hipólito fue partícipe.
Todo este trabajo se lo debemos principalmente a Antonio Miguel Sierra que ha sido quien comenzó a buscar información sobre su figura. La idea inicial de redactar un escrito para el programa de fiestas en el centenario de su muerte fue tornándose en algo más amplio cuando los datos que iban apareciendo daban señales de la vinculación que tuvo con el municipio y de una biografía interesante que merecía algo más que un texto en el programa. Así lo vio el concejal del área de cultura del Ayuntamiento, Carlos Gracia Casado, y le propuso a Antonio Miguel que la Semana Cultural de 2019 sirviera para dar a conocer la vida de Hipólito de Val, su trascendencia en ámbitos de la sociedad, agricultura, política… zaragozanas y su paso por Gallur. De todo esto hace unos tres meses, periodo de frenética actividad en el que Antonio Miguel ha visitado archivos y hemerotecas, ha leído libros y tesis publicadas en internet, y ha contactado con personas que han colaborado estrechamente con él. La procedencia de Petra Tejadas, mujer de Hipólito, y de uno de sus yernos le llevó hasta el Centro de Estudios Borjanos donde su presidente, Manuel Gracia Rivas, le recibió con la cordialidad habitual y dispuesto a colaborar aportando datos de la rama borjana de la familia. Laura Ruiz y Elena Andrés, como investigadoras del Departamento de Historia del Arte de la Universidad de Zaragoza, han contribuido a completar la información que hemos conocido durante la Semana Cultural.
Los actos comenzaron con la inauguración de una interesante exposición que alberga objetos, fotografías y documentos de gran valor. Esta muestra se podrá visitar en la sala de exposiciones de la Casa de Cultura hasta el próximo mes de octubre. Tenemos, pues, una oportunidad única para poder disfrutar del retrato que la familia ha prestado gentilmente, del manto de la Virgen del Pilar donado en 1909 por Hipólito y cedido para esta exposición por el Cabildo Metropolitano de Zaragoza, junto con algunas de las piezas que la iglesia posee y que fueron donadas por el matrimonio. Una de las paredes de la sala está dedicada a mostrar el árbol genealógico de la familia. Este gráfico nos sirve para relacionar a Hipólito con personajes importantes de la política y sociedad española del siglo XX. En la inauguración, el concejal pronunció unas palabras y Antonio Miguel Sierra y Elena Andrés fueron describiendo los objetos y la información contenida en la muestra.
Sirvan las siguientes fotos como muestra de la exposición:
La llegada de Hipólito a Gallur tras la Desamortización de Madoz en la década de los años 50 del siglo XIX, la instalación de importantes industrias, del ferrocarril de Cinco Villas o de todo un barrio en terrenos de su propiedad, el mecenazgo que dedicó a la iglesia de San Pedro y sus cargos en diferentes instituciones y administraciones son algunas de las averiguaciones que Antonio Miguel ha hecho durante estos meses y de las cuales nos ha hecho partícipes en su conferencia del martes siete de mayo. El patrimonio arquitectónico que rodea la figura de Hipólito de Val en Gallur, en su Morata natal y en Zaragoza fue objeto de otra ponencia desarrollada por Laura Ruiz Cantera el jueves nueve de mayo. El miércoles se proyectó una película basada en hechos históricos de finales del siglo XIX, “Los últimos de Filipinas”. El viernes fue la “Rondalla de pulso y púa de Gallur” dirigida por Luis Navascués y Jesús Jaca la que recuperó piezas musicales de la época y nos deleitó con jotas que emocionaron al público asistente gracias a las voces de José García y María Antonia Martínez. Por último, el sábado 11 de mayo fue el turno de la Banda Municipal de Música, dirigida por Daniel Pérez, que puso el punto final con un extraordinario concierto. Previamente, Antonio Miguel Sierra nos hizo de guía para conocer un poco mejor la historia de los retablos y capillas de la parroquia que no siempre han estado colocados en la posición que actualmente conocemos.
Pero sin ninguna duda, lo más emotivo de todas esta jornadas ha sido poder contar entre nosotros con Isabel y Juan de Val, dos descendientes directos de Miguel Hipólito de Val que han conocido, a la vez que el pueblo de Gallur, mucha información sobre su antepasado. Isabel y Juan descienden de la hija mayor de Hipólito, Juana de Val y Tejadas y de su marido, Francisco Pascual y Larrosa. Han felicitado al pueblo de Gallur y muy especialmente a Antonio Miguel Sierra y a Carlos Gracia por la labor realizada para recuperar la memoria de su antepasado y darla a conocer en esta Semana Cultural. El sábado colocaron un ramo de flores en la capilla donde están enterrados los restos de Hipólito, su esposa y el hermano de esta, como homenaje y para honrar su memoria. Para nosotros ha sido un placer disfrutar cada día con su presencia y también un aliciente más para continuar la investigación que sigue abierta y que podrá enriquecerse con las aportaciones familiares y otras fuentes pendientes de consultar. Esperamos que todo ello se plasme en una publicación para que la biografía de este ilustre personaje no vuelva a caer en el olvido.
En los agradecimientos no podemos olvidarnos de las personas que hacen posible que todo esto sea una realidad. Damos las gracias especialmente a María José Galindo, Isabel Sauco, Todor Goiri y el resto de trabajadores del Ayuntamiento que han colaborado en la puesta en marcha y difusión de estas jornadas.
Carmina Gascón Tovar.
Colaboradora del Centro de Estudios Galluranos.