GALLUR Y SUS PUENTES

Estamos hechos de paisaje, de aquellos horizontes donde siendo niños nos hemos recreado. Y por eso para alguien como yo, que gasté muchos veranos en el Barrialto, Gallur evoca en mi mente un pueblo de cuestas y campos; y también de puentes. Sobre la historia de estos últimos trata el artículo de hoy.

El más antiguo de todos y que todavía se conserva es aquel puente de ladrillo sobre el canal, cercano al cuartel de la Guardia Civil. Hoy está coronado por una calzada por la que transitan los vehículos y unas pasarelas metálicas que permiten el trasiego de los viandantes. Nada de eso estaba en el puente original del siglo XVIII, construido a la vez que el Canal Imperial de Aragón.

Que no engañe a nadie su aparente simpleza, pues construir un puente de ladrillo de un solo vano, de ese tamaño y que permanezca firme, no es tarea fácil. El mejor ingenio de la época y nuevas técnicas constructivas fueron necesarios para su levantamiento. María Lorente Alcora en el libro Comarca de Ribera Alta del Ebro escribe que “los muros del arco en los extremos se curvan hacia fuera, de modo que el piso, de forma progresiva, al terminar su paso sobre el arco se ensancha. Antes de su alteración contemporánea disponía de pretil como el resto de puentes de estas características que se han conservado”, ya que el canal a su paso por los diferentes pueblos está salpicado de puentes de la misma factura y técnica.

Bajo su arcada es alterada la forma del canal, pues es observable un estrechamiento, en palabras de María Dolente, “para dar paso a los caminos de sirga, de modo que al pasar la barca y el tiro bajo el mismo arco por uno de los laterales, no es necesario quitar la jarcia.”

El salvaje e indomable Ebro, que con sus continuas e impredecibles crecidas importuna a los habitantes de sus orillas; no permitió la construcción de estructuras sólidas que permitieran cruzarlo con facilidad hasta que el hombre dispuso de la más sofisticada tecnología. Los pueblos ribereños tenían que conformarse con la instalación de pasos de barcas. Así en Gallur, en 1843, se ubicó un pontón construido con diez barcas en las inmediaciones de donde hoy tan sólo quedan los pilares de lo que un día fue el puente de hierro del tren de las Cinco Villas, desarticulado en el año 1970.

En el año 1901, sustituyendo al viejo pontón de barcas, se construyó aguas arriba el famoso Puente de las Arcadas, que hoy en día es mucho más que un paso sobre el Ebro, ya que se ha convertido en el elemento más representativo e identitario de nuestro pueblo, por el que circula la actual C-127.

 

Santiago Navascués Alcay

Lcdo. en historia por la Uni. de Zaragoza.

BIBLIOGRAFÍA

  • Lorente Alcora, M. (2005); «Patrimonio hidráulico» en Comarca de Ribera Alta del Ebro.
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