LO QUE NOS CUENTAN LOS CENSOS ELECTORALES

Seguramente os estaréis preguntando de dónde es esa fotografía que aparece en la cabecera del artículo. No, no es de Gallur aunque bien podría serlo. A falta de una fotografía sobre un censo en Gallur, hemos colocado está de un censo belga a una familia en una caravana. El objetivo es ilustrar cómo se hacían los censos a finales del siglo XIX y principios del XX, situar al lector. Estos, ya sean demográficos o electorales, pueden dar una valiosísima información al historiador. En este artículo vamos a hacer una comparativa de los censos electorales de los años 1890, 1892 y 1934, a partir de los cuales extraeremos importantes conclusiones.

Lo primero que llama la atención es que en los censos de 1890 y 1892 únicamente hay un distrito en Gallur con una sección única, mientras que en el de 1934 tenemos dos distritos con dos secciones cada uno.

Es interesante también el contexto histórico en que todos estos censos fueron realizados. Fue en el año 1890, en el sistema de la Restauración, cuando se estableció de forma definitiva el sufragio universal masculino. Esto quería decir que todos varones mayores de 25 años, podían votar. Hasta entonces sólo podían votar los varones que alcanzaran el mínimo de riqueza requerido para votar, era lo que se conocía como sufragio censitario. De ahí que fuera necesaria la realización de un nuevo censo electoral.

El del año 1892 es simplemente una rectificación del anterior. ¿Qué es lo que conllevó a esta rectificación? Puede que tenga que ver con que las circunstancias obligaron en 1892 a dimitir al presidente Cánovas del Castillo -líder del Partido Conservador- y que estaban próximas unas nuevas elecciones.

El censo de 1934 se hizo durante la Segunda República y a partir del año 1933 las mujeres podían votar en igualdad de condiciones que los hombres, siendo España uno de los primeros países del mundo en los que votó la mujer. Era imprescindible, por tanto, una reforma del censo electoral.

Lo segundo que llama la atención es el aumento de población. Tenemos 490 nombres en el censo del año 1890, 466 en el año 1892 y 2.137 en el año 1934. Las cifras a priori indican que la población en unos 40 años se cuadruplicó. Ahora bien, puesto que en el censo de 1934 aparecen las mujeres, en los anteriores no y dado que las mujeres suponen más o menos la mitad de la población; para hacer la comparación en igualdad de condiciones y hacernos una vaga idea de cómo creció la población, habría que restar a esos 2137 censados del año 1934 la mitad. Una vez hecha la resta, nos da el dato de que la población en Gallur se duplicó a principios del siglo XX. Si bien, no es un dato tan escandaloso como el que se cuadriplicara el número de censados, tampoco es una cifra nada desdeñable. Es necesario tener en cuenta también que con anterioridad a la Segunda República la edad mínima para votar eran los 25 años y con la república los 23, aunque dos años más o menos no cambiarían sustancialmente los resultados.

¿Qué es lo que motivaría este aumento tan considerable de población?

Es tentador achacar este crecimiento a la instalación de una azucarera y del ferrocarril de las Cinco Villas a principios del siglo XX. Sin embargo, si consultamos los oficios de las personas censadas, nos encontramos con que de no haber ningún empleado en los años 1890 y 1892, pasamos a tener 56 empleados en 1934. No obstante y a pesar del aumento poblacional, en 1934 tenemos menos labradores que en 1890. Hay, por consiguiente, un trasvase del campo a la industria y pérdida de pequeñas propiedades agrícolas. El número de propietarios crece de 1890 a 1934, aunque moderadamente. Se pasa de un 2’45% de propietarios en el censo de 1890 a un 3,37%  en 1934. Por otra parte, el peso de los jornaleros sigue siendo abrumador. En 1934 la mitad de la población, en concreto 1035 personas, se dedican a sus labores, o lo que es lo mismo a las tareas del hogar y prácticamente serían en su totalidad mujeres, de ahí que sea la mitad de los censados aproximadamente.

La conclusión a todo esto es que la prosperidad que pudo traer consigo el ferrocarril o la azucarera sólo fue notada por unos pocos, que para la mayoría de la gente apenas cambio nada ni trajo nuevas oportunidades, sino que siguió trabajando en el campo; así que no habría que buscar en esta supuesta prosperidad de principios de siglo la causa del crecimiento poblacional de Gallur. Habría que buscar, por tanto, las causas de este crecimiento en otra parte, en lo que los historiadores llamamos transición del ciclo demográfico antiguo al moderno.

Durante siglos se produjo un pequeño, escalonado, paulatino y a la vez constante crecimiento de la población mundial porque aunque había una gran cantidad de muertes; había mayor número de nacimientos. Con la mejora de las condiciones de vida y de la medicina, disminuyeron el número de defunciones pero se continuó con una alta tasa de natalidad. Así hasta llegar a la situación actual en que a pesar de que hay muchos menos fallecimientos que antaño, hay menos nacimientos que muertes, pasando a tener una población envejecida. Pues bien, en la transición de un ciclo demográfico a otro es donde tiene lugar el crecimiento poblacional. Este cambio en algunos lugares ha llegado antes y en otros después. En España se produjo a principios del siglo XX, quedó frenado por la Guerra Civil y hubo un repunte en los años sesenta del siglo XX.

Os dejamos el enlace con los censos de Gallur.

Censos de Gallur

Mi más sincero agradecimiento a nuestra colaboradora Carmina Gascón, quien me ha hecho saber de la existencia de estos datos y facilitado el enlace.

Santiago Navascués Alcay.

Lcdo. en Historia por la Univ. de Zaragoza.

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