Puede que en los agrestes montes de El Castellar, en el término municipal de Torres de Berrellén, muy cerquita de Gallur, se encontrara un campamento militar romano en torno a una pequeña ciudad llamada Castra Aelia.
El campamento debió de construirse en algún momento del siglo II a.C., puede que en el año 170 a.C., cuando era gobernador de la provincia Quinto Aelio Paeto. De ahí el nombre de la localidad, que significaría “campamento de Aelio”.
El problema es dónde ubicar el campamento. Seguramente existieron en la región numerosos asentamientos militares de este tipo. Lo que ocurre es que entre todos ellos sólo se nos nombra a Castra Aelia y además una única vez, así que hay varios yacimientos de carácter militar en el valle medio del Ebro que no sabemos cómo se llamarían y que son candidatos a ser Castra Aelia.
El asentamiento es mencionado por el historiador romano Tito Livio en el contexto de las guerras sertorianas, aquel conflicto armado entre el gobernador de la Hispania Citerior, Quinto Sertorio; y Roma, que estaba en manos del dictador Lucio Cornelio Sila. Ni el dictador reconocía a Sertorio como gobernador de Hispania ni Sertorio reconocía la legitimidad del régimen silano, al que intentó derrocar con el apoyo de buena parte de los pueblos hispanos. Tuvo lugar entonces, en el suelo que pisamos, una guerra entre los partidarios del régimen silano y los partidarios de Sertorio.
Las informaciones de Tito Livio dicen así:
“Después de tomar Contrebia en el plazo de cuarenta y cuatro días con un elevado número de bajas y una vez que dejó allí a Lucio Insteyo con una importante guarnición, condujo Sertorio sus tropas de vuelta al río Ebro. Allí, tras levantar sus cuarteles de invierno cerca de una ciudad llamada Castra Aelia, estuvo residiendo en el campamento. […]
Hizo público un edicto para toda la provincia disponiendo que se fabricasen armas conforme a los recursos de cada población. […] Tras una cuidadosa búsqueda, hizo llamar artesanos de todas partes a los que puso a trabajar en los talleres oficiales creados al efecto después de hacer un cálculo de lo que podían fabricar cada jornada. […]
A continuación marchó contra los territorios de los bursaones, de los cascantinos y de los gracuritanos y, una vez arrasado todo y asoladas sus cosechas, llegó a Calagurris Násica, ciudad aliada suya, donde, tras construir un puente y cruzar el río, instaló el campamento cerca de la ciudad. Al día siguiente envió al cuestor Marco Mario a los arévacos y cerindones con el fin de reclutar soldados entre aquellas gentes y transportar trigo de allí a la Contrebia que era denominada Léucada…”
Se han barajado varias posibilidades atendiendo al relato de Livio, en cuanto a la ubicación de Castra Aelia se refiere. Algunos la han situado entre los términos municipales de Centruñigo y Fitero, otros en el yacimiento de La Cabañeta de Burgo de Ebro, y otros en los restos de El Castellar, tan cercano a nuestro pueblo. Todas estas opciones tienen argumentos de peso a favor y en contra.
¿Qué opciones tienen los restos de El Castellar de pertenecer al antiguo campamento romano de Castra Aelia? Estad atentos porque en la segunda parte hablaremos de ello.
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EL ENIGMA DE CASTRA AELIA (II PARTE)
Santiago Navascués Alcay.
Lcdo. en Historia por la Univ. de Zaragoza.